Hace apenas dos meses este blog tuvo un titular muy similar al de hoy, con la diferencia del sujeto. Hace algo más de dos meses, el 21 de febrero de 2011, Swami Premananda entró en Samadhi y dejó su cuerpo terrenal. Hoy, domingo 24 de abril de 2011, también Sathya Sai Baba abandonó su cuerpo físico.
Sai Baba es probablemente el maestro espiritual vivo (o mejor dicho, encarnado) más conocido del mundo. Nació en 1926 y tenía 84 años. Desde niño tuvo inclinaciones espirituales y ya en los años ’60 y ’70 era popular en Occidente.
Nació en el pequeño pueblo de Puttaparthi, en el estado de Andra Pradesh en el sur de la India, y allí vivió toda su vida, donde creó un gran ashram y numerosas acciones caritativas y sociales. Yo estuve de visita en su ashram, llamado Prashanti Nilayam (‘Morada de la Paz’), en el año 2003, durante diez días y lo cuento en un antiguo post.
Al igual que Swami Premananda, durante cada Mahashivaratri, Sai Baba realizaba el milagro del Lingodbhava, dando nacimiento a los sagrados lingams.
Diagnóstico
Como siempre, lo primero que se pregunta cuando alguien deja este mundo es ‘de qué’ y ‘cómo’. Sai Baba, al igual que Swami Premananda, son considerados avatares, personas santas, y todos sus devotos confían en que cuando abandonan su cuerpo físico lo hacen de manera consciente y voluntaria, siguiendo el plan marcado por lo Divino.
De todos modos, esta partida tiende a ser muy ‘humana’. El parte médico del director del Instituto Sai Baba de Ciencias Médicas informa: «Bhagavan Sri Sathya Sai Baba dejó su cuerpo terrenal a las 7.40am (hora india) debido a una falla cardio-respiratoria».
En el caso de Swami Premananda, su problema principal estaba relacionado con el hígado que no funcionaba. Todos los grandes santos de la historia, al abandonar su cuerpo físico, lo han hecho de forma ‘ordinaria’, como cualquier hijo de vecino, al menos en apariencia (incluyendo al mismísimo Jesucristo).
En un discurso de 2003, hablando de su salud física que ya era precaria por ese entonces, Sai Baba dice: «Yo experimento todo este sufrimiento sólo para demostrar que uno no debe estar apegado al cuerpo. Por el contrario, uno debe desarrollar conciencia divina. No soy este cuerpo. La conciencia del cuerpo lleva al sufrimiento. Para disfrutar de la felicidad y la paz uno debe deshacerse del apego al cuerpo».
Pascua
Si uno cree que nada sucede por casualidad, entonces mucho menos tratándose de una persona santa. Que Sathya Sai Baba, considerado para muchos un mahavatar (es decir, Dios encarnado en la Tierra en su máxima expresión), promotor de la unidad de todas las religiones (el emblema de su organización incluye los de las principales religiones del mundo) y de valores humanos universales y a la vez tan cristianos (paz, amor, verdad, rectitud, no violencia), entre en samadhi el día mismo de Pascua, no me parece casual.
Evidentemente, yo no puedo saber (ni entender) los entretelones de las acciones divinas. De todos modos, mi sensación es que la fecha del samadhi de Baba no es caprichosa. Él, que pregona el Amor como el camino principal hacia la felicidad y la paz, deja su cuerpo el día que se conmemora el triunfo de Jesucristo (otro gran – quizás el más grande – militante del Amor) sobre la muerte.
Al igual que pasó con Swami Premananda, el samadhi de un santo no me alegra, lo siento como una pérdida, pero a la vez, me gusta encontrar conexiones espirituales, que si bien pueden ser incompletas me ayudan a entender algunos aspectos y a sentir que hay una razón para todo.
Samadhi
Según la información oficial de la organización Sai, el cuerpo del santo será velado durante dos días (lunes 25 y martes 26 de abril 2011) en el Sai Kulwant Hall, también conocido como el mandir, lugar central del ashram de Baba en Puttaparthi, donde él realizaba sus discursos y sus darshan.
El miércoles 27 de abril están previstas las ceremonias funerarias, con la llegada de miles de devotos.
Cuando muere alguien, famoso o no, cercano o lejano, el mundo invariablemente sigue girando. Cuando muere una persona santa, también. La diferencia, sin embargo, es que la gran labor de beneficio espiritual masivo – paradójicamente invisible para la mayoría – que hace esa persona, pasa a un nivel más sutil (donde ya no podemos verlo con estos ojos físicos, ni oírlo con estos oídos físicos…) y en cierta forma eso es un déficit.
Seguramente desde ese nivel más sutil Sai Baba seguirá guiando a sus devotos y ojalá, desde allí, también siga guiando, con su energía, a muchas otras personas en su crecimiento espiritual, incluso sin conocerle.
Sathya Sai Baba era tan conocido a nivel mundial!, millones de devotos lo seguian. Ayer, aqui en Argentina, en un noticiero, dieron la noticia.
Yo recibí de su propia mano el famoso vibhuti que hacía surgir desde la nada, me lo puso en la cabeza. Ese día que nos eligió de entre la multitud y nos hizo pasar a esa habitaciín privada en donde daba las entrevistas personales vi muchos milagros a pocos centímetros de mis ojos. A mi hijo Rakhal le materializó un anillo con la imagen de Sai Baba de Shirdhi, a una pareja, relojes, anillos de casamiento, un lingam gigante con algún líquido adentro para que lo llevaran como medicina a una persona de Australia
A un devoto que años anteriores había hecho caminando el camino que separa Bangalore de Puttaparthi y que en aquella oportunidad le había materiaizado un anillo redonde, se lo pidió y con un movimiento de mano lo convirtió en cuadrado. Fué un atardecer muy milagroso, estabamos a punto de partir, con las valijas ya acomodadas en el pequeño omnibus en el que nos trasladábamos, lo veíamos por última vez antes de seguir el viaje y nos regaló todo eso. Partimos tan felices!!
Hermoso «juego Divino» para con sus devotos y reales buscadores. OM TAT SAT.