Hijo de Vecino

Swami Premananda abandonó su cuerpo físico

Tal como dice el título del post, Swami Premananda dejó su cuerpo físico, lo cual tratándose de una persona santa se conoce como samadhi. El hecho sucedió el lunes 21 de febrero a la 1.30pm de la India. Al parecer se debió a un grave problema en su hígado que dejó de funcionar. Swami tenía 59 años.

Hace cuatro años, Swami me dijo que compartiera mis experiencias en la India y este diario de viaje online (que lleva 2 ½ años) fue el primer paso para seguir su consejo. No sé cuántos, pero en muchos, quizás en la mayoría de los posts de esta bitácora, aparece el nombre de mi maestro espiritual, Swami Premananda.

Este post particular no es una crónica extensa ni tampoco un intento de obituario o elegía, sino que es una forma de informar de esta noticia a todas las personas que alguna vez leyeron o escucharon de Swami a través de este blog.

Mañana sábado 26 de febrero partimos rumbo a la India con Nuria, para asistir a los rituales funerarios de Swami en el Sri Premananda Ashram, el lunes 28 de febrero.

El viaje ya estaba planeado, como casi cada marzo, para asistir al festival de Mahashivaratri. El cronograma de actividades ahora ha cambiado, y no tengo muchos detalles. Tampoco me importa demasiado.

Será, a priori, un viaje muy diferente de los demás. Para empezar, mi sexto viaje a la India será el más triste de todos.

Swami

0 comentarios en “Swami Premananda abandonó su cuerpo físico”

  1. QUERIDO AMIGO ESPERO QUE ESTÉS DISFRUTANDO DE ESTE VIAJE TAN ESPECIAL. LA MUERTE NO EXISTE Y ESTOY SEGURO QUE ESTÁS SINTIENDO FUERTEMENTE EL INMENSO AMOR QUE SWAMI TE TIENE. DESDE LA DISTANCIA FÍSICA ME UNO A VOSOTROS Y CANTO EL PRECIOSO Y QUERIDO NOMBRE DE DIOS …Premananda

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Swami Premananda abandonó su cuerpo físico

Tal como dice el título del post, Swami Premananda dejó su cuerpo físico, lo cual tratándose de una persona santa se conoce como samadhi. El hecho sucedió el lunes 21 de febrero a la 1.30pm de la India. Al parecer se debió a un grave problema en su hígado que dejó de funcionar. Swami tenía 59 años.

Hace cuatro años, Swami me dijo que compartiera mis experiencias en la India y este diario de viaje online (que lleva 2 ½ años) fue el primer paso para seguir su consejo. No sé cuántos, pero en muchos, quizás en la mayoría de los posts de esta bitácora, aparece el nombre de mi maestro espiritual, Swami Premananda.

Este post particular no es una crónica extensa ni tampoco un intento de obituario o elegía, sino que es una forma de informar de esta noticia a todas las personas que alguna vez leyeron o escucharon de Swami a través de este blog.

Mañana sábado 26 de febrero partimos rumbo a la India con Nuria, para asistir a los rituales funerarios de Swami en el Sri Premananda Ashram, el lunes 28 de febrero.

El viaje ya estaba planeado, como casi cada marzo, para asistir al festival de Mahashivaratri. El cronograma de actividades ahora ha cambiado, y no tengo muchos detalles. Tampoco me importa demasiado.

Será, a priori, un viaje muy diferente de los demás. Para empezar, mi sexto viaje a la India será el más triste de todos.

Swami

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  1. QUERIDO AMIGO ESPERO QUE ESTÉS DISFRUTANDO DE ESTE VIAJE TAN ESPECIAL. LA MUERTE NO EXISTE Y ESTOY SEGURO QUE ESTÁS SINTIENDO FUERTEMENTE EL INMENSO AMOR QUE SWAMI TE TIENE. DESDE LA DISTANCIA FÍSICA ME UNO A VOSOTROS Y CANTO EL PRECIOSO Y QUERIDO NOMBRE DE DIOS …Premananda

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Un post sobre el término sánscrito kriyā en base a su etimología, sus usos frecuentes, sus referencias textuales y su aplicación actual.

El otro día utilicé el traductor de Google para traducir un texto sobre meditación, del inglés al español. De hecho, estoy sorprendido con lo buena que es esa herramienta online, aunque no es perfecta. Cuando en inglés decía attachments in meditation -o sea, «apegos en meditación»-, la traducción fue «archivos adjuntos en la meditación», que es una acepción posible pero inadecuada en el contexto del párrafo que yo estaba traduciendo. La falla del traductor radicó en desconocer el contexto del texto.

 

De forma similar, con los términos sánscritos, sobre todo si son muy genéricos, nos encontramos con frecuentes malentendidos de traducción, justamente por falta de información contextual.

 

La ubicua palabra kriyā es uno de esos ejemplos paradigmáticos, que hoy venimos a diseccionar, analizar y, ojalá, comprender mejor.  

 

Para empezar, el diccionario nos da la definición básica de kriyā como «acción, acto, actividad, tarea…» y es prácticamente un sinónimo de otra famosa palabra sánscrita: karman.

 

Este uso ya aparece en textos védicos como Upaniṣad por ejemplo y, con matiz filosófico, en la triple división que presenta el shivaísmo del poder de Śiva: icchā («voluntad»), kriyā («creación») y jñāna («conocimiento»). Asimismo, Patañjali en su Yogasūtra (2.18) dice que la naturaleza del guṇa rajas (la cualidad dinámica de la materia) es la «actividad» (kriyā).

 

Por otro lado, en el contexto litúrgico el término kriyā significa «rito, ceremonia, sacrificio» y esta acepción aparece, por ejemplo, en antiguos textos que describen rituales védicos, en Bhagavad Gītā (2.43) o en escrituras tántricas medievales.  

 

Una tercera acepción que nos interesa es kriyā como «práctica», en contraste con la teoría, como apunta el diccionario de Òscar Pujol.

 

De hecho, cuando estudiamos el Yogasūtra de Patañjali (2.1) encontramos un método que, aunque no siempre bien entendido, tiene relación con esta acepción: kriyāyoga. Una traducción aceptada sería «yoga de la acción» (diferente del famoso karmayoga que enseña Śrī Kṛṣṇa en Bhagavad Gītā) o «yoga práctico» en el sentido que, como se entiende tradicionalmente, incluye disciplinas para el uso del cuerpo físico, del intelecto, del habla y de las emociones (tapas, svādhyāya e īśvarapraṇidhāna).

 

Si seguimos analizando los textos de forma cronológica, veremos que la Haṭha Pradīpikā -respetado manual del siglo 15- es el primer texto que habla de «seis acciones» (ṣaṭkarmāṇi) de purificación para el cuerpo físico y preparación para el prāṇāyāma.

 

En la actualidad, estas técnicas de mantenimiento, que incluyen enemas, lavados nasales o limpiezas intestinales, se conocen popularmente en haṭha yoga como kriyas, lo cual es curioso si nos basamos en el texto original, donde se las nombra una decena de veces como karmas. Solo una vez, al explicar la técnica de naulī, el autor dice haṭhakriyā (HP, 2.36), es decir «esta práctica de haṭha».

 

A partir de 1920, el maestro Paramahansa Yogananda (1893-1952) popularizó el término kriyā yoga en occidente e inició a miles de personas en esa «ciencia antigua» que, según sus palabras, es la misma técnica que enseñó Patañjali con el nombre kriyāyoga y a la que también hace referencia Śrī Kṛṣṇa en Bhavagad Gītā cuando nombra el control de la energía vital a través de la respiración (versos 4.29 y 5.27).

 

Tal como explica Yogananda en su Autobiografía de un yogui, kriyā yoga «es un simple método psicofisiológico por medio del cual la sangre humana se libera del anhidrido carbónico y recibe una cantidad suplementaria de oxígeno. Los átomos de este oxígeno adicional son transmutados en energía vital, la cual rejuvenece el cerebro y los centros de la médula espinal».

 

En esta definición, centrada en la relación entre respiración y energía vital, vemos el modelo más generalizado de la palabra kriyā tal como nos llega en la actualidad.

 

En una línea similar, en los años 1970, el método Kundalini Yoga, creado por Yogi Bhajan, se hizo conocido no sólo por sus mantras y sus turbantes sino por sus llamadas kriyas -algunas muy llamativas como sostener los brazos en alto o realizar movimientos repetitivos durante varios minutos- que se definen como «una serie de posturas, respiración y sonido que trabajan hacia un resultado específico». 

 

De hecho, en el uso generalizado actual, ese resultado específico, tiene que ver con mover o activar la energía vital o prāṇa. A diferencia del uso que hace el haṭha yoga medieval, en que las kriyas de limpieza física son prerrequisitos para el prāṇāyāma, especialmente en casos de practicantes con una «constitución débil» o con sus doṣa («humores») desequilibrados.

 

En nuestros días, el místico contemporáneo Sadhguru dice que, básicamente, kriyā significa «acción interna» que implica «cierto dominio con tu energía». Regresando a la distinción terminológica, agrega que la palabra karma refiere a la «actividad externa que te ata», mientras que kriyā es la «actividad interna que te libera».

 

Como conclusión, podemos repetir que, en el uso actual más divulgado, una kriyā es un tipo de ejercicio o técnica que conjuga respiración y concentración mental (en algunos casos, también mudrā o movimiento externo) para movilizar o activar la energía vital.

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