Hijo de Vecino

El hacha de Ganesha

Preparando la clase de Mitología Hindú para la Formación de profesores de Mandiram Yoga, volví a verme cara a cara con uno de los más frecuentes atributos del Señor Ganesha, la deidad con cabeza de elefante. Al dar dicha clase prometí que haría este post al respecto y ahora cumplo, no sólo por mantener mi palabra, sino porque es un tema que me venía generando preguntas y para el que finalmente he encontrado la respuesta completa.
Como bien anticipa el título del post, mi objetivo de análisis es uno de los más frecuentes elementos que Ganesha tiene en sus (generalmente cuatro) manos: el hacha. O mejor dicho, lo que llamamos ‘hacha’ y en la mayoría de casos NO es un hacha.
Ganesha es un dios muy popular y de él se pueden ver innumerables representaciones iconográficas. Asimismo, si uno busca imágenes de Ganesha en Google, encontrará miles, y verá que puede haber diferencias entre ellas. A su vez, algunas de estas representaciones son más recientes que otras, y su ejecución no siempre es ‘canónica’, dependiendo también de la imaginación (o la inspiración) del artista.
Para tener una base fiable de análisis hay que atenerse a la tradición, en la que el texto sagrado llamado Mudgala Purāna cita 40 formas principales del Señor Ganesh: Ocho de ellas se conocen como Ashta Vināyaka (‘ashta’ es ocho y ‘Vināyaka’ es otro nombre de Ganesh), las cuales vencen a ocho debilidades humanas (orgullo, celos, etc.), a la vez que se relacionan con ocho templos en el estado indio de Maharashtra. Al mismo tiempo, las 32 formas restantes representan diferentes roles y siempre llevan al final el nombre Ganapati, otro epíteto de Ganesh.
Con todo esto quiero decir que elegir una única imagen de Ganesha ya es empezar con limitaciones. De hecho, una imagen como la de abajo, tan frecuente de ver, no encaja idealmente con ninguna de las 40 formas tradicionales.

Sin embargo, esta imagen sí que es bastante estándar en cuanto a su representación y, además, cumple con tener en sus dos manos superiores los dos elementos que más suele llevar: la supuesta hacha (en su mano derecha) y el lazo (en su izquierda).
Sin dar más rodeos voy al grano. Si bien Ganesha puede tener también un hacha en su mano, el utensilio de esta imagen (y de muchas otras) es lo que en sánscrito se conoce como ankusha. Si uso el término en sánscrito no es para hacerme el interesante, sino porque no conozco su equivalente óptimo en español, ya que se trata de una palabra técnica.
En inglés, por ejemplo, la palabra es goad y refiere a un «implemento tradicional de labranza, usado para espolear o guiar el ganado». La traducción que hace de ankusha el Diccionari Sànscrit-Català de Òscar Pujol es «aguijón» o «garfio», aclarando también que es un bastón largo de metal terminando por un gancho. Basándome en todas estas pistas y con la confirmación de la RAE, la palabra en español es ‘aguijada‘ y en su primera acepción significa «vara larga que en un extremo tiene una punta de hierro con que los boyeros pican a la yunta».
Satisfecho conmigo mismo al descubrir la palabra en español, hay que aclarar que el ankusha (porque es masculino en sánscrito) no es una aguijada cualquiera, sino que es un instrumento específico para manejar y entrenar elefantes y hasta tiene su página de Wikipedia (en inglés). Para que tanto análisis lingüístico sea más claro, aquí dos ejemplos visuales:

Entonces, lo que Ganesha lleva en su mano es, por lo general, una aguijada y no un hacha. Las diferencias iconográficas entre los dos elementos pueden ser, en ocasiones, difíciles de distinguir; un hecho que, sumado a lo inusual de la aguijada en nuestras sociedades urbanas, hace que la mayoría de los dibujos muestren hachas o, al menos, sean interpretadas como tales cuando en realidad son aguijadas.
Para notar la diferencia veamos primero el típico ankusha de Ganesha:

Ahora veamos el hacha (llamado parashu en sánscrito), que también es un atributo de Ganesh, aunque secundario:

Como se observa, la diferencia es que el ankusha tiene un gancho o garfio muy estilizado, mientras que el parashu (hacha) tiene un filo metálico, tal como lo conocemos en el hacha tradicional.
Al ser dos elementos diferentes poseen dos simbolismos diferentes. El ankusha significa que Ganesha aguijonea y estimula hacia adelanta a los seres que se están moviendo demasiado lento en el camino espiritual. Por su parte, el parashu es una forma de proteger a sus devotos de lo negativo.
Es verdad que la interpretación más extendida del hacha (ya sea ankusha o parashu) es que ‘quita los obstáculos del camino del devoto’, haciendo honor al rol de Ganesh como removedor de dificultades. Como vemos, hay muchos más matices, sobre todo si tenemos en cuenta que entre los, al menos, 72 atributos de Ganesha hay ¡cuatro hachas diferentes! La primera, parashu, la acabamos de ver.
La segunda se llama parashvadha y es el «hacha de guerra» que, de hecho, es más similar al anskusha que el propio parashu:

Su simbolismo es la «fuerza mental», necesaria para atravesar ciertos obstáculos y llegar a la meta. Allí está la connotación de ‘combate’.
El tercer hacha de Ganesh se conoce como mahāparashu que simplemente quiere decir «gran hacha» y, de todas, es la más similar a un hacha de leñador:

En este caso, Ganesh utiliza la poderosa arma para «asustar y disipar los pensamientos negativos de aquellos que intentan dañar a sus devotos».
El último hacha, menos frecuente, se denomina pāshānadārana, y al parecer es un «hacha para recoger», cuya forma y función sería similar a los bastones con extremo puntiagudo que usan algunos jardineros para juntar desperdicios:

El simbolismo del «hacha de recoger» es que Ganesha se encarga de «retirar la basura mental» del devoto.

Para resumir, no necesariamente es errado hablar del ‘hacha’ de Ganesha, ya que existen cuatro tipos diferentes de hacha entre sus atributos. De todos modos, y siguiendo la tradición, uno de los dos o tres elementos más comunes en sus manos es el ankusha, la aguijada para elefantes. Por tanto, hay muchas posibilidades que al mirar una imagen de Ganesh, él sostenga un ankusha antes que un hacha.
Este rigor por mi parte en querer diferenciar los utensilios no es sólo rigidez mental (que también), sino que tiene un trasfondo espiritual, pues el simbolismo del ankusha como incitador para el avance del devoto me parece mucho más importante que el difundido simbolismo del hacha que ‘quita los obstáculos del camino’.
En el primer caso, Ganesh no nos deja dormirnos en los laureles y nos pincha (incluso con obstáculos) para que progresemos interiormente. En el segundo caso, la deidad nos abre el camino para que se cumplan nuestros deseos y avancemos triunfantes sin tener que cambiar ni enfrentarnos a nada. Hmmmm…
Yo no dudo de que Ganesha nos proteja de las dificultades, pero tampoco hay que ser ingenuo para creer que a uno no le tocará hacer nada de esfuerzo. Ya que sin una deidad, o un guru, o la ‘vida’ que nos aguijonee, ¿cómo podríamos entonces avanzar?
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6 comentarios en “El hacha de Ganesha”

  1. Hola Naren, felicidades por el artículo, por tu blog y también por tu libro, que ya pude leer y que me ayudado a descubrir aspectos de la India y de la espiritualidad que no conocía.
    Un saludo!!!

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  2. Hola, buen día
    Quiero comprar una estatua para hacerle una ofrenda pero tengo la duda de si debo comprarla con el hacha y la flor de loto o también es válido comprarla con 4 manos sin que sostenga el hacha y la flor?

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    • Hola, cualquier estatua de Ganesha sería válida porque hay muchas variaciones, especialmente en los atributos que lleva en sus manos. Lo importante es la ofrenda hecha con devoción.

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  3. En primer lugar gracias por las aclaraciones.
    Desde mi perspectiva y con la osadía de hablar desde mi propia ignorancia.
    En los estudios que hecho de Mitologia, Ganesha es una imagen dravídica por lo tanto, el enfoque védico y el enfoque dravídico son diría casi opuestos.
    La visión dravídica de Shiva, Kali,Durga, y el propio Ganesha, se les representa como imágenes valientes que luchan por reflejar su independencia de los conquistadores aryos, es decir, revolucionarios que nos puedan enseñan a luchar para encontrar esa libertad en nosotros mismos independientemente de todo el control que hubo desde el período védico.
    El aspecto védico es todo lo contrario. Control, sometimiento, división masculino y femenino, escuelas, tendencias. etc…
    Cuando hablas del instrumento que en definitiva «sirve para amaestrar a los elefantes» en base a pincharlos, es decir, a maltratarlos… reflexionando sobre esta explicación, me parece casi imposible que esta instrumento pueda tener ese valor en la tradición dravídica pero Sí en la védica.
    Desde mi perspectiva pre-arya y como fiel protectora del mundo animal, la forma icónica védica me lleva a cuestionar y valorar los instrumentos de Ganesha, ya que supuestamente cada elemento es un Sâdhana.
    El mundo dravídico se asoma de una manera más ligera y humilde para quienes
    tengan el corazón abierto para comprender que la libertad dejo de serlo cuando se pusieron nombres, caminos, escuelas y tendencias.
    Seguiré mirándola y enseñándola desde la perspectiva pre-arya.
    JAYA SHIVA, JAYA GANESHA, JAYA KALI MA.

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