En la tradición india, el concepto de sacralidad es mucho más cotidiano que en Occidente. Es decir, no está limitado a una región celestial lejana sino que lo sagrado puedo ser encontrado en todos los elementos de la naturaleza y, por consiguiente, uno puede interactuar con ello de forma permanente. Es con este criterio que ríos, montañas, animales o plantas son considerados sagrados y, por tanto, se hace difícil encontrar en la India un elemento sin alguna connotación o simbolismo espiritual-religioso.
A este respecto, la Ocimum sanctum (también llamada Ocimum tenuiflorum) no es la excepción. Para los que no saben de botánica (yo incluido), explico que me estoy refiriendo a la ‘albahaca sagrada’, típica de la India. No se trata de la misma planta que en Occidente llamamos ‘albahaca’ a secas (Ocimum basilicum) y que sirve para preparar pesto, por ejemplo. Sin embargo, ambas especies pertenecen al mismo género de plantas herbáceas aromáticas, entre las que también destacan la menta, el orégano y el romero.
La ‘albahaca sagrada’ de la India es conocida en lengua sánscrita como tulasī (o tulsī) y se la considera una planta purificante para el cuerpo, con varias propiedades medicinales, según la antigua ciencia del Ayurveda. De todos modos, estas virtudes, compartidas con otras tantas plantas, no tendrían por qué hacer de ella una planta especialmente sagrada.
Sigamos investigando…
Tradición vaishnava
Para los seguidores de Vishnu (una de las tres deidades principales del panteón hindú), la planta de tulasī es de particular importancia. De hecho, un verso de la escritura sagrada Śrīmad Bhāgavatam (3.15.19) afirma que sobre todas las plantas florales y fragantes «tulasī tiene preferencia especial por parte del Señor, que lleva guirnaldas hechas con hojas de esta planta».
Sobre esto, también se citan las palabras del maestro espiritual del S. XVII, Srila Visvanatha Cakravarti Thakura, que dijo que si bien la planta de tulasī no es considerada especialmente fragante, por la mañana temprano emite una fragancia trascendental que las personas ordinarias no pueden percibir pero que las personalidades trascendentales aprecian de forma total (S.B. 10.35.8-11).
Visto lo anterior y tal como explica Frederick Simoons en su libro Plants of Life, Plants of Death, la forma en que la planta de tulasī cobra su sacralidad es debido a su relación con el Señor Vishnu. De hecho, se dice que los devotos vaishnavas (seguidores de Vishnu) consideran a la planta de tulasī como «la manifestación de Dios en el reino vegetal».
¿Cómo es esto? Pues, hay un mito (con sus inevitables variantes) que lo explica: El dios Vishnu se enamoró de Vrindā (también Brindā), la esposa de Jalandhara, un hombre de baja casta que se había vuelto un demonio invencible gracias a la fidelidad de su esposa. Fiel a su reputación, la hermosa Vrindā se negó al cortejo de Vishnu, pero éste utilizó sus poderes y tomó la forma de Jalandhara para atraerla. Así, creyendo que era su propio esposo, Vrindā se unió con Vishnu y con esta involuntaria infidelidad le quitó todos los poderes a su querido esposo, que fue matado por Vishnu.
Debido al gran amor que sentía por su esposo, Vrindā se lanzó a la pira funeraria y se quemó con él. Asimismo, debido a su amor por Vrindā, Vishnu no la quiso abandonar y la hizo reencarnarse en una planta de tulasī. De esta forma, la planta se transformó en la diosa Tulasī (Tulasī-Devi), también llamada Vrindā-Devi (justamente la semana pasada hablé del poeta santo Tulasī Dās, cuyo nombre que quiere decir «servidor de Tulasī«)
Al ser la amada de Vishnu, también se dice que la planta de tulasī es la encarnación de la diosa Lakshmī, la consorte original del Señor Vishnu.
Simbolismos y liturgia
Entre sus atributos se dice que la planta de Tulasī sirve para proteger contra los malos espíritus. A su vez, basado en el mito apenas explicado, la planta simboliza la madre y la esposa perfectas, por su fidelidad.
En cuanto a los rituales, todas las imágenes de Vishnu, Krishna o Rāma son adornadas con hojas de tulasī (ya sea en guirnaldas o sueltas). De hecho, se dice que una ofrenda a Vishnu (o Krishna o Rāma) sin hojas de tulasī es incompleta. Asimismo, los devotos de Vishnu suelen tener plantas de tulasī en sus casas, como así también en los templos y no es raro que se trate a la planta como la misma deidad Tulasī-Devi.
Esta conexión entre Vishnu y la planta de tulasī se hace muy explícita en los mālās (rosarios de cuentas) que utilizan los devotos vaishnavas y que son hechos de madera de tulasī, a diferencia de los mālās de los devotos de Shiva, que son hechos con semillas de la planta de rudraksha. Estos rosarios de tulasī, explica F. Simoons, son un importante símbolo de iniciación en el vaishnavismo.
A este respecto, yo tengo un mālā de tulasī que me fue dado por mi maestro espiritual, Swami Premananda, el día de mi iniciación. Curiosamente, mi maestro no pertenece a la escuela vaishnava, sino que tenía una tendencia más ‘shaivita’, es decir hacia el Señor Shiva.
De todos modos, Swami sí que poseía un gran amor por el Señor Krishna y por eso su primer ashram en Sri Lanka tenía un nombre de Krishna (Pubala Krishna) y, actualmente, en su Ashram del sur de la India se realiza un abishekam diario a una estatua de Krishna que, como corresponde, es decorada con guirnaldas de la sagrada planta de tulasī.
PS: Este post va dedicado a mi prima Brinda, que necesita ánimos.
La próxima vez que vaya a India me traeré una planta o semilla de tulasi.-
Por favor, y empieza a venderla aquí porque solo la dan en semillas y de dudosa procedencia si nos ponemos. Las albahacas no son todas la misma ni una ni la otra, he de decir que mientras una es cancerígena (la normal, Ocimum basilicum) la otra es anticancerígena (Ocimum sanctum, de la que habláis, la santa, sanctum, sacré o como quieras, la thulsi, la de India, la verdadera), así que yo ya estoy buscando no tomarme la otra, por si las moscas. Por supuesto esto es en pequeñas cantidades, tiene estragol (un cancerígeno) y en cambio la sanctum ha sido probada científicamente en ratones que disminuía el desarrollo de cánceres: yo me lo creo, no hay que ser muy listo para leerte un paper y saber una cosa y la otra. Por cierto, yo estudio cáncer, master en genética.
Es una opinión personal, pero en mi mesa, no más albahaca variedad normal, más de la otra. Las plantas pueden ser muy engañosas (eso es lo que más nos decía nuestro profesor de fisiología vegetal) y son muy listas, muy milenarias y muy potentes ( o debo recordar que muchos de nuestros medicamentos están hechos de plantas? o drogas? de eso o de bacterias), entonces, ojo, ojito
Saludos y a cuidarse!
Tulasi devi, hermosa planta, su fragancia es hermosa y el amor que nos da es inmenso, arriesgando su propia vida para nuestra purificación, amo a Tulasi devi 🙂
hare krisha, saludo desde isla margarita venezuela 058-04142717988 alberto valero
Hola Alberto, esta planta sirve para la artrosis?
GRACIAS CUANDO LOS DESEES ME PUEDES LAMAR 058-0414-2717988 HARE KRISHAN
Excelente creación de la madre naturaleza.
Saludos desde Perú
Hotel Villa Kitzia Huacho
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Excelente información
Saludos desde Bogotá
Colombia….
Un nuevo seguidor .
Hola, que interesante, yo cultivo albahaca morada. Su fragancia es exquisita. Su olor enamora y hace sentir la mejor vibración por todo el cuerpo, es bello verla crecer. No sabía toda esta historia. Eso la hace aún más interesante y apreciada. Gracias por la información. Vivo en Colombia, en la zona rural de Cundinamarca. A las afueras de un pueblo llamado La Mesa. Por si algún día quieren visitarnos, trabajamos nuestra finca de forma agroecologica. Mi número +57-3183705466
Gracias María Cristina, suena estupendo. Espero poder visitar Colombia en algún momento.