El festival religioso hindú más multitudinario del mundo tendrá una nueva edición en enero-febrero 2019 en el norte de la India, fusionando el baño en las aguas sagradas con el encuentro con maestros, sadhus y yoguis.
La ciudad india de Allahabad, ahora renombrada Prayagraj, es un punto geográfico privilegiado porque allí se genera la confluencia de los dos ríos sagrados Gangā y Yamunā, junto a un tercer río sacro: el invisible o místico Sarasvatī. Esta triple unión fluvial tiene el nombre de sangam o triveṇī y la tradición hindú considera que bañarse en esas aguas tiene beneficios grandiosos a nivel de purificación interior. Cada doce años los astros se alinean de una forma particular y única convirtiendo las ya de por sí sagradas aguas de los tres ríos en amṛta (amrita) o néctar de la inmortalidad, al menos simbólicamente.
Esta atractiva ambrosía tiene su origen en un antiguo mito hindú conocido como “el batido del océano primordial”, en que devas (dioses) y asuras (demonios) colaboran para hacer surgir el néctar de las infinitas aguas en las que se sustenta la creación cósmica. Cuenta el mito que algunas gotas de ese néctar cayeron en Prayag, que es el sitio más importante en donde se celebra el festival de la Kumbha Melā, la reunión religiosa más masiva del mundo. Un pertinente verso del Mahābhārata (XIII.27.48.) dice:
Así como el amṛta es para los dioses… así es el agua de Gangá para los seres humanos.
El baño ritual en aguas sagradas es parte importante de la tradición hindú y es un acto que muchos devotos realizan diariamente. La particularidad de la Kumbha Melā es que tradicionalmente solo ocurre cada doce años, aunque también existe una celebración cada seis años que sería la ardha o “media” Kumbha Melā y que es igual de populosa.
Cuando decimos “populosa” hablamos de quizás cien millones de personas a lo largo de las seis semanas que dura el festival. El gran número de asistentes no está únicamente formado por devotos o peregrinos sino también – y esto es otro detalle fundamental – por innumerables maestros, sadhus, yoguis y monjes que llegan de todas partes de la India para dejarse ver en público y fomentar una atmósfera devocional y espiritual.
Todo esto ocurre en Prayagraj, el antiguo y tradicional nombre hindú de la ciudad de Allahabad, en el estado de Uttar Pradesh, en el norte de la India, a unos 650 kilómetros al sureste de Delhi y a 130 kilómetros al oeste de Varanasi o Benarés. En realidad, el punto geográfico específico donde se realiza este gran acontecimiento se encuentra en el límite de la ciudad, sobre las orillas de los ríos sagrados, donde se erige una extensa ciudad temporaria hecha, básicamente, de tiendas de campaña y construcciones de bambú, lona o algo de madera.
La celebración ocurre siempre en enero-febrero, los meses más fríos en India, por lo que por las noches las temperaturas pueden bajar hasta casi los 0 Cº aunque de día, con sol, se pueden tocar los 20 Cº. Esta oscilación en la temperatura es parte del peregrinaje, que es un tipo de práctica devocional que, en general, debe incluir algún tipo de sacrificio o esfuerzo por parte del devoto.
Entonces, millones de personas se reúnen en Prayag para bañarse en las aguas sagradas y para ver en directo a sadhus, maestros o yoguis venidos de diferentes lugares y que, en muchos casos, solo hacen su aparición pública en este festival. De hecho, muchos de estos ascetas viven en cuevas, montañas o bosques y solo se ven entre sí, cada varios años, en estas ocasiones. Por tanto, para ellos la Kumbha Melā, además de una oportunidad de compartir enseñanza espiritual, es también un motivo de alegría, de reencuentro y de festividad.
En el año 2013 yo estuve en Prayag visitando, recorriendo y cronicando la populosa celebración y de esa experiencia nació el libro Kumbha Mela: la celebración espiritual más grande del mundo. Ahora, en 2019 y en el mismo lugar, tendrá lugar la “media” Kumbha Melā a la que se calcula que pueden asistir más de cien millones de personas en todo lo que dura el festival. Las fechas exactas y más destacadas de esta próxima edición son:
- 14 de enero (makara saṁkrānti) Comienzo de la Kumbha Melā y día del primer baño ritual.
- 4 de febrero (mauni amāvāsyā) Luna nueva del mes hindú de Magha. Día principal del festival y jornada del segundo baño ritual.
- 10 de febrero (vasanta pañcamī) Tercer día importante para el baño ritual.
- 19 de febrero (maghi pūrṇimā) Luna llena. Final tradicional de la Kumbha Melā en que ya se marchan la mayoría de los grupos ascéticos.
- 4 de marzo (mahāśivarātri) Final oficial de la Kumbha Melā.
Por supuesto que los días más auspicios para estar en la Melā son, en esta edición, el 4 y 10 de febrero, aunque también son los días más masivos. De hecho, se calcula que en estos días asiste al festival alrededor de un tercio de la totalidad de los participantes. Si uno prefiere evitar las exageradas multitudes, entonces es mejor que elija otra fecha. Lo que pasa es que es únicamente en estos días (más el 14 de enero) en que las órdenes ascéticas tradicionales (akhārās) en conjunto desfilan y se bañan en el sangam, haciéndolos especialmente destacados.
Si estás planeando visitar la Kumbha Melā es importante tener en cuenta que el ingreso y la salida de Allahabad o Prayag puede ser lento y dificultoso, sobre todo si se llega/parte en tren o autobús. En coche privado quizás es más fácil. Y otro detalle es el alojamiento: hay muchísimos campamentos rudimentarios que aceptarían a visitantes occidentales, pero que no tienen las comodidades mínimas (a menos que el viajero esté realmente curtido en estas lides). Asimismo hay algunos campamentos pensados para occidentales, que son simples pero aceptables pero en los que conviene reservar con antelación.
Si quieres saber más sobre este festival te recomiendo mi libro, el primero es español sobre esta temática y también te invito a ver el booktráiler que hizo mi esposa Hánsika para el lanzamiento del libro:
Para quienes entiendan inglés recomiendo un documental indio reciente sobre el fenómeno de las Kumbha Melās:
Cuando en las noticias vean una breve referencia a este multitudinario festival, ya sabrán de qué se trata. Pero no se queden con las estadísticas y las imágenes impactantes y recuerden que, sobre todo, es una gran celebración devocional que, con sus símbolos, muestra la vigencia de la cosmovisión hindú.