Hijo de Vecino

Guru Pūrṇimā 2018: La respiración como maestro

El 27 de julio se celebra la luna llena en honor al preceptor espiritual según la tradición hindú. El maestro o maestra espiritual, que puede tomar muchas formas, se considera fundamental para mostrarnos el camino hacia la plenitud. La respiración es una de sus facetas más esenciales.

Una vez, un reconocido maestro indio daba un curso sobre “cómo respirar” y una persona, bastante descreída, dijo con jactancia: “Pero sí yo sé respirar desde que nací”. Quienes practicamos Yoga (incluso en sentido amplio) tenemos muy claro que la capacidad fisiológica común a todos los seres de absorber el aire hacia los pulmones y expelerlo modificado, que es básica para sobrevivir, no es lo mismo que saber respirar, que es una condición básica para empezar a vivir bien.

 

Como lo primero que hace un ser humano al salir del útero es inhalar y lo último que hace antes de dejar su cuerpo físico es exhalar, la respiración está tan ligada a la vida que, paradójicamente, ya no la tenemos en cuenta. Excepto si nos metemos debajo del agua o nos atragantamos con un trozo de comida, claro. Es lo mismo que nos pasa como hijos, que ignoramos o maltratamos a nuestros padres porque siempre han estado ahí, a nuestro servicio, y no los valoramos hasta que los tenemos lejos o, en el peor de los casos, cuando no están.

 

En clases de yoga o meditación o relajación se escuchan ciertas frases que, de repetidas, ya nos parecen obvias pero que, viendo comentarios como el de más arriba o la cara de sorpresa de muchas personas, me hacen pensar que no se trata de una información tan divulgada. Por ejemplo, decir que “la respiración nos acompaña toda la vida” es una perogrullada, pero curiosamente son pocas las personas que, en condiciones normales, le prestan atención. ¡Y eso que respiramos miles de veces por día!

 

Si se trata de decir obviedades, el cuerpo físico también nos acompaña toda la vida, y sin embargo a éste si que le prestamos diaria atención: que tiene hambre, que está sucio, que está cansado, que le duele aquí, que está más viejo, que tiene ganas de eso… En cuanto el cuerpo físico sufre modificaciones lo notamos de inmediato y, de hecho, afecta también nuestra mente, emociones y la forma en que afrontamos la vida. La respiración en su aspecto más burdo es un proceso tan físico como la digestión y, sin embargo, suele quedar relegado.

 

En cuanto una persona, a través de cualquier disciplina psicofísica, empieza a prestar atención a su respiración, nota cosas insospechadas. A veces nota que respira muy mal o simplemente surgen sensaciones no agradables como resultado de llevar la atención hacia “uno mismo”. Por supuesto, y siguiendo con las frases obvias, todos pueden decir que “están siempre consigo mismo”, pero en realidad no es así.

 

Una alumna que estaba pasando por un proceso de divorcio muy duro, después de muchos años de pareja, dejó de venir a clase porque no soportaba “estar con ella misma” y, como alternativa, se pasó dos meses saliendo con amigas a tomar cerveza. Su caso era intenso y sus acciones quizás justificadas, pero cuantos de nosotros preferimos mirar una pantalla, leer un libro, comer algo o llamar a alguien en lugar de “estar con nosotros mismos” por un rato. Estar con uno mismo puede ser aburrido, desagradable o incluso aterrador.

 

De todos modos, cuando uno practica con regularidad este inmemorial arte de estar con uno mismo y presta atención a su respiración, lo que sucede es revelador: siente bienestar. Cuanta más atención prestamos a la respiración, más prolongada y sutil se vuelve, especialmente si aplicamos las técnicas adecuadas. Una respiración consciente y prolongada ofrece, por un lado, los beneficios físicos de oxigenar todo el sistema. Por otro lado, la relación entre la mente y la respiración es muy estrecha, por lo que el aquietamiento de esta última redunda en una mayor calma mental.

 

Y un aspecto muy importante es que respirar con consciencia genera presencia. Cuando uno presta atención a la respiración está aquí y ahora y no está viajando con la mente a través de los recuerdos, las fantasías de lo que hubiera podido ser ni hacia los planes futuros. Simplemente estás aquí, consciente de estar vivo. Y, en general, eso genera bienestar (aunque al principio pueda generar el sentimiento opuesto).

 

la respiración como maestro

 

Se suele decir que la respiración tiene tres partes: inhalación, exhalación y retención, es decir ese espacio entre inspiración y espiración en que no está sucediendo nada, en que hay quietud, que normalmente es muy breve pero que en la ciencia yóguica se utiliza mucho. Citando las palabras del maestro Sri Andrei Ram, la inhalación (pūraka) cumple una función de nutrir, la exhalación (recaka) básicamente de purificación y la retención (kumbhaka), por su parte, sirve para preservar o intensificar.

 

En los manuales medievales de haṭhayoga se habla grandemente de antara kumbhaka, la retención al final de la inhalación, es decir con pulmones llenos, y sorpresivamente, en los textos más divulgados – como Haṭha Pradīpikā, Gheranda Saṃhitā o Gorakṣa Śataka – no se nombra de forma explícita bāhya kumbhaka, la retención al final de la exhalación, con pulmones vacíos.

 

Esta omisión tiene sentido si consideramos, como dice Andrei Ram, que la retención con pulmones llenos es parte del haṭha yoga, ya que su ámbito de acción es el mundo físico, es decir más bien hacia afuera. De hecho, se suele hacer la distinción tradicional entre el haṭha yoga, como un medio preparatorio y externo, y el rāja yoga, como la práctica más mental y meditativa, cuyo ámbito de acción es el mundo interno. Desde esta perspectiva, la retención en vacío, que es como una pequeña muerte, se convierte en la “puerta de samādhi”, el estado final del proceso yóguico. Justamente en la autoritativa Haṭha Pradīpikā sí se habla de kevala kumbhaka, la retención “espontánea”, que está más allá de la inhalación y la exhalación, y que cuando es practicada, se dice que conduce al estado de rājayoga.

 

Estos detalles técnicos pueden no ser de interés general pero lo importante es que cada aspecto de la respiración tiene un ámbito de influencia que va mucho más allá de lo estrictamente fisiológico y que bien analizados y ejecutados nos pueden proveer autoconocimiento y bienestar. De esta forma, ante una situación de tensión muchas veces nuestra reacción es retener el aire dentro y, al hacer esto, intensificamos la sensación de tensión y sus efectos negativos. Como buena alternativa lo ideal sería exhalar largamente (y quizás repetidamente) para soltar, purificar y deshacerse de la tendencia negativa.

 

Por otro lado, ante una situación que nos genera disfrute o armonía puede pasar que la respiración se detenga naturalmente como resultado de nuestro equilibrio interno y eso es válido. O, por ejemplo, si tenemos un día muy activo por delante quizás es mejor fomentar la inhalación, que alimenta y expande nuestra energía hacia el afuera. A la vez, si nuestra respiración es muy agitada entonces es probable que haya algo, físico, mental o emocional, fuera de balance.

 

Este viernes 27 de julio de 2018 se celebra Guru Pūrṇimā, la luna llena en honor al maestro espiritual, en que todos los buscadores, estudiantes o discípulos damos las gracias a ese principio universal que nos guía en el camino de la vida, de regreso a casa. Generalmente ese principio toma la forma de un ser humano, grandes sabios y sabias, guías de carne y hueso que, por haber ya recorrido el camino, nos sirven de faro. El maestro también puede aparecer en la forma de una situación, de un sueño, de un libro, de un animal… Y como se deduce del texto de hoy, el maestro está también presente en la respiración.

 

Andrei Ram dice que:

“La respiración es la voz del maestro interno”

Por ende, escuchar la propia respiración es una forma de discipulado, un sendero de humildad y de obediencia que, al igual que sentarse a los pies del maestro externo, nos abre el camino hacia la plenitud. Contar con las dos guías es una gran bendición.

 

Contar con la respiración ya es inherente a todas las personas y empezar a prestarle atención puede cambiarnos la vida.

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4 comentarios en “Guru Pūrṇimā 2018: La respiración como maestro”

  1. Excelente explicación Naren!!!
    gracias por tu dedicación y saludos desde San Antonio de los Altos, Venezuela,
    Namaste

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