Hace unas semanas publicaba un discurso de Swami Premananda sobre cómo los aspirantes espirituales queremos encontrar atajos para llegar a la meta. En realidad, uno siempre quiere atajos para todo, tanto en lo mundano como lo espiritual. Tengo un amigo terapeuta que dice que «las personas no quieren curarse», pues nunca ponen en práctica sus consejos. Yo le digo que las personas sí quieren curarse, pero lo que no quieren es hacer un esfuerzo para curarse. En cuanto hay que esforzarse un poco, la mayoría nos echamos para atrás. Es por esta lógica que las pastillas para adelgazar, las pulseras energéticas y el GPS integrado al móvil son furor.
Siguiendo esta temática, una persona le preguntó a Swami Premananda: «¿Cuál es la manera más rápida de progresar en el camino espiritual?». Como es de imaginar, Swami no ofrece soluciones mágicas o sin esfuerzo, pero sí que plantea un método a seguir. Este método puede ser difícil de aceptar para el hombre moderno, pues implica palabras como ‘Dios’, ‘maestro’ o ‘renuncia a la acumulación material’.
Si el término ‘Dios’ genera picazón, entonces puede ser reemplazado por ‘Realidad Suprema’, ‘Energía Universal’, ‘Naturaleza Esencial’ o incluso ‘mi verdadero Ser’.
La idea de ‘maestro’ es irremplazable. No podemos aprender ni avanzar de forma rápida sin un guía que ya haya recorrido ese camino. En un mundo moderno cada vez más laico, individualista y lleno de información, uno se siente con derecho a opinar sobre todos los temas y, lo grave, con derecho a que su propia opinión sea igual de valorada que la de quienes saben más. Sin maestro se puede avanzar, por qué no, pero muy lentamente y dándose muchos más golpes contra la pared.
Nos queda la ‘renuncia a la acumulación material’… Sí, ya lo sé, estás esbozando una sonrisa condescendiente. También sé que el Gobierno español, por ejemplo, habla de ‘austeridad’ y ‘esfuerzo’ como eufemismos de reducir los gastos en servicios básicos y fundamentales como sanidad, educación y cultura. La renuncia de la que hablan Swami y los maestros espirituales genuinos es otra. No es necesariamente exterior; es decir, es una actitud y un entendimiento de que todo lo material es impermanente y, por tanto, conducente a la infelicidad.
Esta introducción es para ponerlos en contexto; lo que vale es la enseñanza de Swami, que comparto a continuación…
Palabras de sabiduría
«Hoy en día hay muy pocos que tienen el coraje y la convicción de verdaderamente seguir el camino espiritual con todo su corazón y alma. La manera más rápida es renunciar a todo. Deja todo atrás y llama a Dios. Estate convencido de que sólo Dios es realidad y que todo lo demás es falso. Todo lo demás es ilusorio. Sólo el conocimiento de lo Divino vale la pena. Todo lo demás no tiene ningún valor ni sentido. Éste es el mayor secreto que te quiero contar. Sólo que yo no aconsejo a las personas del mundo de hoy que intenten correr rápido. Primero tienes que aprender cómo caminar, y entonces caminar un poco rápido y finalmente podrás correr.
Si aprendes a montar a caballo, ¿saltarás sobre el caballo y galoparás hacia lo lejos? No. Primero aprenderás cómo sentarte y guiar al caballo, entonces caminarás y alguien más controlará al caballo. Tu entrenador debería ser una persona bien experimentada que sepa de caballos y de los problemas a los que los novatos se tienen que enfrentar. Entonces, montarás solo con el caballo únicamente caminando. Después aprenderás cómo sentarte cuando trota; luego él irá a medio galope y finalmente aprenderás a controlarlo mientras galopa y salta.
Sólo entonces podrás montar con plena confianza, como un espíritu libre. El caballo es tu mente y cuerpo. Necesitas aprender cómo controlarlos amable pero firmemente. La espiritualidad es como eso. Necesitas entrenamiento espiritual para guiar y controlar el cuerpo y la mente. Para eso, es fundamental un maestro.
Verdaderamente necesitas sentir que todo este mundo y universo es la creación gloriosa de Dios. Las personas de hoy tienen la oportunidad de ver la belleza de la creación de Dios, pero son estrechas de mente. No quieren encontrar a Dios ni incluso pensar en Dios. Sólo quieren tener más y más cosas materiales y satisfacción sensual. No pueden entender que todos sus problemas, sufrimientos y preocupaciones provienen de estos deseos.
El mundo material es como un mar salvaje y tormentoso. Si subes al barco de la mundanalidad y sales en este mar embravecido, ¿quién te puede rescatar? Sólo cuando te des cuenta de que estás estancado en el mar salvaje y llames a lo Divino, entrarás en razón. En ese punto, lo Divino te enviará a alguien para sacarte de la tormenta hacia las pacíficas costas. En ese nivel, deberías tomar esa oportunidad y seguir adelante, escuchando las enseñanzas del maestro y haciendo lo mejor que puedas para poner en práctica lo que él o ella dice.
Māyā, la ilusión del mundo material, es muy poderosa. Los placeres del mundo parecen muy bonitos y tentadores pero cuando vas a disfrutarlos te atrapan. Ves rosas adorables en un rosal silvestre, pero si corres a agarrarlas todas, quedas enredado en las ramas espinosas. Entonces ves otro rosal con rosas más grandes de un color diferente. Con gran dificultad te desenredas del primer rosal y corres al siguiente. Acabando de salir del segundo arbusto, sales disparado a otro. De nuevo quedas atrapado, pero esta vez puede que las espinas te hayan lastimado.
Las espinas son tus deseos insaciables. Sin embargo, nunca aprendes. Tan sólo vas corriendo de un árbol a otro, esperando acumular más y más rosas diferentes. El olor y color se desvanecerán y te quedarás con algo podrido. Ése es el resultado de ansiar cosas materiales.
Sólo después de entender todo esto, empezarás a correr en el camino espiritual, en lugar de corretear por el jardín del materialismo«.
Jai Prema Shanti!!
Precioso y muy adecuado para este tiempo de vacaciones poder hacer un hueco entre tanta tentación mundana y reflexionar.
Hermoso y sencillo. No se pide abandonar el mundo y entrar en el bosque, ni meditar largas horas en posturas extrañas. El buen Maestro da una medicina sencilla pero efectiva. Vivir en el mundo pero no dejarse atrapar por él. Gracias Naren
Fabuloso. D. Verdad tus palabras. Son muy. Savias. La verdara felicidad no es lo material. El universo. Te. Da tantas. Cosas
Muy sencillo (que no fácil) y profundo. Todas las enseñanzas espirituales son para llegar a este punto…