Un buen plan para pasar nuestro domingo por la tarde en Barcelona ciudad fue ir a ver algunas actividades del último día del Festival Asia, organizado por Casa Asia. Habiendo mirado el programa con anticipación yo había identificado varias propuestas atrayentes, aunque había una que no me quería perder de ninguna manera: la demostración de kalarippayat.
El kalarippayat es un arte marcial tradicional del estado de Kerala, en el suroeste de la India, considerado como uno de los más antiguos que existen en el mundo. Más allá de su longevidad, también es conocido por su estilo muchas veces acrobático y su espectacularidad. A la vez, como ocurre con todo arte marcial, hay una filosofía espiritual (o un código de respeto y ética, si prefieren) que subyace a los meros ejercicios físicos y que tiene como objetico la evolución interior del practicante.
Sabiendo detalles sueltos, pero sin saber nada en realidad, llegamos justo a tiempo a ver la segunda exhibición del día, a cargo del grupo C.V.N. Kalari Shagham, de Trivandrum.
Arena
En malayalam, la lengua de Kerala, la palabra ‘kalari‘ significa ‘arena’, en referencia al recinto en donde se realiza el entrenamiento marcial. Esta arena para la lucha no es improvisada y tiene una arquitectura especializada, ya que el kalari se construye siempre en dirección este-oeste, a unos 1.20mts por debajo del nivel del suelo, cerrado en todos los lados a excepción de una pequeña puerta del lado este. Las medidas estándar del kalari son de 10mts de largo, 5mts de ancho y 5mts de alto y el suelo es de arena. Esta arquitectura especial en forma de cápsula se presenta como óptima para el clima húmedo y tropical de Kerala.
Por otra parte, el kalari no es solamente una arena de entrenamiento marcial sino, como explica C.V.N. Kalari Shagham, también un «templo de aprendizaje y de adoración religiosa». Con una base hinduista, la deidad que preside la tradición es una combinación de Shiva y Shakti, el Poder Absoluto Creador y la Energía Dinámica que pone ese poder en acción, la clásica conjunción india de los inseparables aspectos masculino y femenino del universo. Esto se representa, según la tradición india, con la forma del Yoni Lingam y, dentro del kalari, se coloca en un altar de siete escalones.
«Para un estudiante de kalarippayat», dicen los maestros, «la atmósfera ritualística y espiritual dentro del kalari juega un rol importante en formar su carácter y su actitud moral».
Parasurama
Como es de esperar, la relación Guru-discípulo es fundamental en el arte del kalarippayat. El Guru no es sólo maestro de artes marciales sino también médico, ya que aprende un sistema de curación basado en el ayurveda, la medicina tradicional y milenaria de la India. Asimismo, el Guru es reverenciado por los estudiantes como el representante directo del linaje de Gurus de la tradición marcial.
A este respecto, los manuscritos tradicionales en hojas de palmera se refieren a Parasurama, el primer santo guerrero, como el primer Guru de kalarippayat. Parasurama es conocido por ser el sexto avatar de Vishnu en la Tierra, es decir, la sexta encarnación del dios Vishnu con el objetivo de enderezar el rumbo errado de la humanidad. Por otro lado, Parasurama es especialmente apreciado en Kerala y en la costa oeste de la India pues la leyenda cuenta que fue él quien luchó contra el océano y rescató la tierra de Kerala de las aguas.
Una vez cumplida esta proeza, Parasurama enseñó el arte marcial a sus 21 discípulos para así proteger la tierra y mantener la paz. El signo de distinción de este santo es su hacha (‘parasu‘), que es, además, retratado como un hombre temperamental y musculoso; es decir, como un guerrero. Estas referencias no me resultan indiferentes, pues el nombre espiritual de mi padre es justamente Parasurama y, en muchos aspectos, hay pruebas de que Swami Premananda acertó al darle dicho nombre.
Exhibición
El entrenamiento en kalarippayat comienza a la edad de ocho años y con el tiempo se divide en tres etapas básicas. El primero se llama meithari y refiere a las secuencias de ejercicios físicos preparatorios que incluyen estiramientos de piernas, equilibrio, flexibilidad para que luego el estudiante llegue a entender el flujo continuo de energía en su cuerpo.
En las dos exhibiciones que vimos, pudimos ver algunos de estos ejercicios que, para un ojo neófito como el mío, que además necesita puntos de comparación, recuerdan bastante a posturas de yoga. Más allá de esa referencia que, por otro lado, no tiene nada de alocada proviniendo ambos artes de la India, las secuencias de ejercicios, generalmente realizadas en parejas, me parecieron muy armónicas y, en algunos casos, complejas.
La segunda fase de entrenamiento se denomina kolthari e incluye adiestramiento con armas de madera, cuyo objetivo final es hacer del arma una extensión del cuerpo. En este caso, hubo demostraciones con palos cortos (tres veces la mano) y largos (1.50mts), con movimientos ‘codificados’ aunque veloces.
La tercera etapa es ankathari y refiere el entrenamiento de combate con armas, empezando por las kattaram, que son una especie de dagas de metal, pero con una empuñadura cuadrada muy particular.
Asimismo, la espada y el escudo redondo fueron las armas típicas del soldado de la Kerala medieval y, por tanto, son muy utilizadas en el kalarippayat. Las técnicas de espada y escudo pueden variar «desde secuencias artísticas codificadas con salutaciones mutuas entre los luchadores a las secuencias dinámicas de la lucha del leopardo«.
Teatro y látigos
De los seis luchadores del C.V.N. Kalari Shagham, había tres jóvenes de veintipocos y tres mayores de unos cincuenta años, y por tanto la velocidad y vigor de unos era contrarrestada por la experiencia y la presencia de los otros. La llamada ‘lucha del leopardo’ entre dos de los mayores era más emotiva por la fuerte energía que ponían que por los movimientos en sí, que por su parte ya eran muy buenos.
La expresión del cuerpo y, sobre todo, de los rostros parece ser un rasgo fundamental del kalarippayat y, de hecho, se dice que el conocido arte de teatro-danza kathakali, también típico de Kerala, está muy influenciado por este arte marcial. Sobre este punto, la lucha con dagas entre dos de los jóvenes, que tanto cautivó a todos los presentes, parecía de a momentos un combate encarnecido, de a momentos un obra de teatro, sobre todo con la fingida puñalada final.
Hablando de armas, la última que se vio en acción se llama urumi y es una espada flexible de acero, de unos 1.50mts de largo, que se enrolla en sí misma al estilo de un látigo, pero con el filo suficiente para cortar. El efecto al ver manipular esas anárquicas y largas serpientes de metal era un poco amedrentador y, si no, bastaba con ver como el público de las primeras filas se reclinaba inconscientemente hacia atrás mientras las madres prudentes retiraban a sus hijos de los flancos del cuadrilátero.
Los luchadores, por su parte, lo sobrellevaban con más dignidad, apenas cubiertos con sus diminutos escudos circulares, al tiempo que las chispas surgían de la verde moqueta que hacía las veces de sagrado kalari en el Pati de las dones del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona.
Después de ver la primera demostración no pudimos resistirnos a regresar más tarde para ver una repetición que, en realidad, nos pareció mejor que la primera vez. Luego, tampoco pude resistirme a acercarme a los combatientes para hacerles unas preguntas y su director, gentilmente, me dio un folleto con todos los detalles necesarios, muchos de los cuales componen esta crónica.
Momentos más tarde, los combatientes de lucha libre mongola ya estaban nuevamente en el verde cuadrilátero para su última exhibición, pero yo, agradecido y satisfecho, tenía mi mente fija en los sutiles aunque poderosos movimientos del arte kalarippayat.
Buenos días Naren,
Soy Raquel, hice el curso de Dioses, diosas y el ciclo cósmico y soy alumna del curso de profesores en Mandiram. Hace unos días por casualidad llego a mi información e imágenes sobre Kalari y por supuesto me enamoré, tanto como del Yoga. ¿Existe alguna escuela de Kalari en Barcelona?
Muchísimas gracias!
Esperando con ganas poder apuntarme a otro curso!
Namaste
Hola Raquel, gracias por escribir. Hay un centro en Mollet del Vallès que solía hacer cursos de kalari con profesores indios y seguramente tienen relación con centros de Barcelona. No sé detalles pero te dejo su web:
http://www.cra-p.org/
Buenas Raquel. Estamos empezando a dar clase en Barcelona desde Octubre. El maestro es origen Kerala con afiliado de Kalari en India.
Te dejo aqui mi numero de telefono y mi pagina web para que vea mis datos. Gracias.
+34 671787862
http://www.amayurvedabarcelona.com