Este fin de semana di un taller de mitología junto a Hansika y, por falta de tiempo, me quedé con ganas de profundizar en un mito muy popular, especialmente para el vaishnavismo, que es la rama del hinduismo que considera al Señor Vishnu, el aspecto preservador de la Divinidad, como el Ser Supremo. Se trata de la historia de la liberación del elefante Gajendra, el rey de los elefantes, que se cuenta en el Bhāgavata Purāna y que es una imagen recurrente en la iconografía vaishnava.
En su anterior encarnación, Gajendra había sido un rey humano llamado Indradyumna, que por no respetar la etiqueta de respeto tradicional hacia un sabio (llamado Āgastya) había sido maldecido por éste a reencarnar en el cuerpo torpe de un elefante. Como tal, y por los méritos adquiridos en su vida pasada, Gajendra no había olvidado la forma adecuada de adorar y rezar a Dios. Un día, el líder de los elefantes se dirigió a un lago en el bosque junto a sus esposas y familia, pues tenían mucho calor y sed.
Mientras Gajendra se bañaba tan contento apareció, por «disposición de la providencia», un cocodrilo (llamado Makara) que le mordió la pierna y no se la soltó. El elefante, muy fuerte, luchó con todas sus energías para zafarse pero no lo logró. La familia de Gajendra intentó ayudarle, tirándolo hacia la orilla, también sin éxito. De esta forma, el tira y afloje de las dos bestias se prolongó por mil años. Como es de esperar después de tanto tiempo de lucha, las fuerzas del elefante empezaron a mermar y ya estaba a punto de desfallecer cuando decidió «tomar refugio» en la Divinidad.
Es decir, se entregó a Dios y le pidió su ayuda.
Gajendra Moksha Stotra
De esta forma, el elefante «fijó su mente en su corazón» y cantó un mantra que había aprendido en su vida anterior como rey. La letanía es una descripción de las cualidades y de la naturaleza suprema de Dios, en la que Gajendra pide protección y también pide liberación de las fauces del cocodrilo. Este pedido de libertad es luego ampliado a ser liberado del estilo de vida materialista y de la ignorancia espiritual, entendiendo que Dios (en este caso en su forma de Vishnu) es la fuente y la meta de todo el universo.
Este mantra cuenta con 28 estrofas, que se encuentran en el capítulo VIII del Bhāgavata Purāna (también llamado Srīmad Bhāgavatam) y se conoce como Gajendra Moksha Stotra (o Stuti), que significa «Himno de alabanza de la liberación de Gajendra». La oración comienza con las palabras ‘Om namo bhagavate’, en referencia al mantra Om namo bhagavate vāsudevāya, uno de los mantras más preciados para los devotos vaishnavas y también para los seguidores de otras tradiciones religiosas dentro del hinduismo.
Se puede escuchar la recitación completa del stotra aquí:
De esta forma, Vishnu, habiendo escuchado las pías oraciones del elefante, y viendo su terrible situación, apareció montando sobre Garuda, su vehículo principal, que es un gran águila dorada, poderosa y veloz. A todo esto, Gajendra tenía un dolor insoportable, pero al ver al Señor Vishnu llegando a su rescate su devoción pudo más que el dolor y tomó una flor de loto con la trompa para ofrecérsela en señal de respeto, a la vez que le dijo: nārāyana akhilaguro bhagavan namas te.
Es decir, «Oh Señor Nārāyana (otro nombre de Vishnu), maestro del Universo, Dios Supremo, te ofrezco mis reverencias».
Entonces Vishnu sacó al elefante del agua y lo separó del cocodrilo utilizando el disco, símbolo del universo, que lleva en el índice de su mano derecha como arma.
La entrega
El mito de Gajendra y Makara es muy extendido en la iconografía vaishnava porque representa la idea de que Dios siempre está listo para ayudar a sus devotos verdaderos y sinceros, incluso aunque hayan cometido errores en el pasado. Gajendra, además, representa la Fe y la Entrega del devoto que, aunque todo parezca ir mal y aunque parezca que está abandonado, sabe que Dios está llegando a su rescate y se pone en sus manos.
Evidentemente, la liberación del elefante no es tanto material como espiritual; es decir, la liberación (moksha) de los condicionamientos y limitaciones de la vida material a la que aspira todo buscador espiritual de forma consciente y también todo ser vivo, por más que sea de forma inconsciente.
Esta historia es tan popular que se pueden encontrar muchas imágenes y representaciones. De hecho, en mi reciente visita a la Kumbha Melā pude ver (en el campamento de ISKCON) unos elaborados muñecos mecánicos personificando el mito, de los que comparto una imagen a continuación.
Como se aprecia en la foto (que se amplía al clicar), el cocodrilo está sobre un riel de metal, de manera que se acerca y se aleja de la pierna del elefante (que también se mueve), según sea el caso que llegue o no el Señor Vishnu al rescate en ese momento.
De esta forma, y como si hiciera falta recordarlo, la historia de fe y entrega del elefante Gajendra se recrea cada día en nuestras vidas, en que tenemos la pierna atrapada por las fauces de los problemas materiales y aunque luchemos mil años, lo único que nos puede liberar verdaderamente de ese sufrimiento es la entrega a los valores espirituales universales.
Hola, me encanta que me manden estos mail, ya que he viajado a India en 6 ocaciones, a ver a mi maestro Sai Baba que ya abandono su cuerpo fisico, he recorrido muchos lugares de India y me siento muy identificada e interesada con la informacion de Naresh?? o tal vez no sea ese su nombre, sorri si me equivoque.. Espero seguir recibiendo y yo se la reenvio algunos amigos.
Saludos y felicitaciones.
Ximena.
Hola Ximena,
Gracias por tu comentario. Mi nombre es Naren (y no Naresh) y me alegro de que te interese la información que publico en el blog.
Yo estuve hace 10 años en el ashram de Sai Baba y tuve la suerte de verlo aún en su cuerpo físico.
Un saludo.
Hermoso Naren, lo disfruto más porque estoy viviendo en Puttaparthi y estando en esta atmósfera todo se percibe más profundamente. Tengo pensado ir a conocer el ashram de tu Maestro y ya te escribiré para pedirte más info. Se agradece la inmensa tarea que tienes con el blog. Un abrazo
Hola Lilian,
Muchas gracias por tu nuevo comentario. Espero que estés disfrutando de Prashanti Nilayam y de la India en general.
En el ashram de mi maestro, Swami Premananda, han terminado el templo en que se encuentra su samadhi y ahora está muy bello. No es un ashram tan grande ni populoso como Prashanti Nilayam pero tiene mucho encanto y vibración espiritual.
Un abrazo.
Hola Naren
Gracias por compartir tus experiencias, no tenía idea del Gajendra Moksha Stotra y la historia asociada. Una mitología llena de simbolismos…