Hijo de Vecino

La svastika y su significado original

Muchas personas se sorprenden al ver una imagen del Señor Ganesha y descubrir que está, con frecuencia, acompañada de la cruz esvástica. En realidad, la esvástica no aparece únicamente junto a Ganesh sino que en la iconografía hindú es un emblema muy frecuente, tanto en templos, coches nuevos o en el suelo a la entrada de tiendas. Esto se debe a que para el hinduismo, la svastika es un símbolo de buena suerte y auspiciosidad y, por tanto, está directamente ligado a Ganesha, la deidad que elimina los obstáculos.
La palabra ‘esvástica’ deriva directamente del sánscrito svastika que se compone del adverbio su (‘bueno’) y del verbo asti (‘es’). Por tanto, el significado de la palabra es «bienestar», «auspiciosidad» o «buen augurio». En español se la puede llamar también ‘cruz gamada’ ya que sus brazos doblados en ángulo de 90° recuerdan a la letra griega gamma (Γ).

Si bien el origen del símbolo no es certero, muchas fuentes indican que es védico. En cualquier caso, no hay dudas de que se trata de un símbolo que ya existía en la antigua India, al menos hace cinco mil años, como testimonian sellos de roca hallados en el Valle del Indo y conservados en el British Museum.

Se trata de un símbolo casi universal, presente en muchas civilizaciones antiguas y también en la sociedad moderna, al menos hasta la Segunda Guerra Mundial. Además de en el hinduismo, la svastika es muy usual en religiones derivadas de éste, como el budismo y el jainismo.
Asimismo, variantes de este símbolo milenario aparecen en numerosas culturas: en la tradición letona se corresponde con la «cruz de fuego» (Ugunskrusts); en la cultura vasca existe el Lauburu, una variante curvilínea de la svastika; los indios Navajos en Norteamérica tienen un símbolo similar; la etnia Kuna de Panamá la lleva en su bandera, aunque remite al pulpo que, según esta tradición, creó el mundo con sus tentáculos. Asimismo, varios grupos de aviación como la Fuerza Aérea Finlandesa usaron la svastika como insignia ya en el siglo XX, al igual que los Boy Scouts en las hebillas de sus cinturones.
En todos los casos, el simbolismo de la svastika y sus variantes es siempre relativo a la buena fortuna. La mayoría de los expertos dicen que es un emblema solar.

Ugunskrusts o «cruz de fuego» de la tradición letona.

Lauburu vasco es la variante curvilínea de la svastika.

Bandera de la etnia Kuna de Panamá y Colombia. En este caso, el símbolo que aparece sobre la bandera representa el pulpo que, según esta tradición, creó el mundo con sus tentáculos señalando los cuatro puntos cardinales.

Insignia de la Fuerza Aérea finlandesa hasta 1945.

En cuanto al hinduismo, en su revelador libro Loving Ganesa, Sivaya Subramuniyaswami explica que, para los hindúes, «la svastika representa la buena fortuna que da el Señor Ganesha. También representa el sol y el ciclo de la vida. Se considera que tiene el poder de evitar la mala suerte y las fuerzas negativas».
También nos dice que «simbólicamente representa a Dios y la creación» y en cuanto a sus aspas en ángulo recto: «representan la rueda del mundo, girando eternamente alrededor de un punto fijo, que es Dios».
Siguiendo con las aspas dobladas, Subramuniyaswami explica que éstas «muestran cómo la vida está llena de cambio y oblicuidad […] El sendero hacia nuestros objetivos con frecuencia no es recto sino que toma giros inesperados. También denotan la forma indirecta en que se alcanza la Divinidad (a través de la intuición y no el intelecto)». Y prosigue: «Uno de sus significados más sutiles es que la realidad trascendente no se alcanza directamente a través de la lógica racional, pero sí indirecta y misteriosamente a través de la mente cósmica intuitiva».
De aquí surge el debate de la dirección de los brazos de la svastika y desde ya digo que el símbolo védico existe tanto con aspas hacia la derecha como hacia la izquierda, aunque es más común con los brazos hacia la derecha. La svastika hacia la derecha es designada como un emblema solar, mientras que algunos dicen que la svastika hacia la izquierda está relacionada con el camino tántrico de la mano izquierda que utiliza indulgencia sensual y ritos mágicos como parte de sus prácticas.
Ya sea con brazos hacia la derecha o hacia la izquierda, en el hinduismo la svastika siempre se presenta recta, tanto de pie o recostada. En otras culturas sí que puede aparecer rotada.
La mancha nazi

Por si hace falta aclararlo, Adolf Hitler hizo una apropiación caprichosa de este símbolo, malentendiendo su significado original para sus propios intereses. Como explica Álvaro Enterría en La India por dentro, «los nazis tomaron la svastika pensando que era un símbolo de la raza ‘aria’ (algo que por otra parte no existe)». Efectivamente, la palabra sánscrita ārya significa «honorable», aunque el orientalista alemán Max Müller introdujo el concepto de ‘ario’ entre los académicos europeos con un sentido de raza en lugar de su sentido original de «virtuoso y noble espiritual».
Hay una especie de leyenda urbana que dice que lo que Hitler hizo con la svastika original fue simplemente cambiar la dirección de sus aspas. Es falso. Lo que hizo, en todo caso, fue girarla 45°, colorearla de negro y colocarla en un círculo blanco sobre un fondo rojo (negro, blanco y rojo eran los colores del antiguo imperio alemán hasta la Primera Guerra Mundial).
La bandera nazi.

Es decir, como un agregado más de la larga y milenaria lista de usos que se hizo de ella durante la historia de la humanidad, Adolf Hitler eligió la svastika como símbolo de su partido nacional-socialista, para luego convertirla en parte de la bandera oficial del Tercer Reich. Eventualmente, la svastika se convirtió en un emblema sinónimo de fascismo, antisemitismo y muerte para la mayoría de las personas.
De esta forma, merced a los acontecimientos sucedidos en los últimos 80 años de la historia mundial, un símbolo de pura auspiciosidad universal con varios milenios de antigüedad se convirtió en un símbolo odiado y defenestrado. Para la mayoría de las personas occidentales, marcadas por el recuerdo o el relato de la Segunda Guerra Mundial y sus barbaridades, la svastika no genera sensaciones positivas. Esta percepción colectiva se ve acrecentada por la reafirmación diaria que se hace del simbolismo negativo creado por el nazismo.
Si bien esto es entendible, para los hindúes y los conocedores de la tradición védica, en cambio, la svastika sigue teniendo su sentido original y verdadero: auspiciosidad, bienestar y vida.
Svastika védica.

PS: Créase o no, existe una obra de teatro inglesa llamada Ganesh vs The Third Reich que comienza con Ganesha viajando a Alemania a recuperar la svastika.
Imagen promocional de la obra Ganesh vs. The Third Reich.

5 comentarios en “La svastika y su significado original”

  1. Además de la espiritualidad de tus escritos siempre nos enriqueces con amplios comentarios que ayudan culturalmente. Con anterioridad ya había escuchado algo sobre la svastika en un sentido muy diferente a lo que significó en la Alemania hitleriana, pero nunca con tanto detalle como nos proporcionas. ¡Gracias!. Un abrazo, Josefina

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  2. Un guía de Jaipur me contó que la svastica era una representación del universo, con la cruz indicando los cuatro puntos cardinales, girando o en movimiento y con cuatro puntos bajo los brazos que simbolizan los cuatro elementos básicos.
    Llegué a ver svasticas pintadas incluso en el capo de los coches nuevos, recién estrenados, me imagino que para dar buena suerte.
    Es más, si te fijas en los tableros con que juegan al parchis, verás como las casillas y los colores forman una esvástica con los cuatro puntos.
    Un Saludo

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  3. Hola logico,
    Gracias por tu aportación al tema.
    Los cuatro puntos bajo los brazos son muy típicos y, según he leído, pueden ser los cuatro propósitos de la vida según la filosofía védica. El número cuatro es muy simbólico en la tradición hindú y, por tanto, podría significar varias cosas. Lo de los cuatro elementos básicos, en cambio, no me convence, porque para la filosofía de la India existen 5 elementos, siendo el éter el quinto elemento.
    Un saludo.

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  4. Que representa a Dios moviendo el Cosmos es el significado mas correcto. Simboliza el centro geometrico y divino del Cosmos o motor inmovil que hace girar los cielos en circulos, esto es la estrella polar, llamada el el cristianismo » Ciudad celeste» Los nazis sabian todo esto, la esvastica en el centro, rodeada de un circulo y todo en un cuadrado, es como si aquella Cosmogonia se simbolizara en un plano, polaris motor inmovil, cosmos girando y Tierra ( en el paganismo se representa la Tierra con un cuadrado, Rombo, rectangulo y a veces una cruz cuadrada). Hitler se creia elegido por Dios para llevar adelante sus planes. Las cruz dextrogira simboliza el movimiento dextrogiro del cosmos, el comun diario que vemos, la levogira simboliza el ciclo hacia atras, levogiro, de la Precesion de los equinocios, el movimiento rotatorio lentisimo retrogrado

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Un post sobre el término sánscrito kriyā en base a su etimología, sus usos frecuentes, sus referencias textuales y su aplicación actual.

El otro día utilicé el traductor de Google para traducir un texto sobre meditación, del inglés al español. De hecho, estoy sorprendido con lo buena que es esa herramienta online, aunque no es perfecta. Cuando en inglés decía attachments in meditation -o sea, «apegos en meditación»-, la traducción fue «archivos adjuntos en la meditación», que es una acepción posible pero inadecuada en el contexto del párrafo que yo estaba traduciendo. La falla del traductor radicó en desconocer el contexto del texto.

 

De forma similar, con los términos sánscritos, sobre todo si son muy genéricos, nos encontramos con frecuentes malentendidos de traducción, justamente por falta de información contextual.

 

La ubicua palabra kriyā es uno de esos ejemplos paradigmáticos, que hoy venimos a diseccionar, analizar y, ojalá, comprender mejor.  

 

Para empezar, el diccionario nos da la definición básica de kriyā como «acción, acto, actividad, tarea…» y es prácticamente un sinónimo de otra famosa palabra sánscrita: karman.

 

Este uso ya aparece en textos védicos como Upaniṣad por ejemplo y, con matiz filosófico, en la triple división que presenta el shivaísmo del poder de Śiva: icchā («voluntad»), kriyā («creación») y jñāna («conocimiento»). Asimismo, Patañjali en su Yogasūtra (2.18) dice que la naturaleza del guṇa rajas (la cualidad dinámica de la materia) es la «actividad» (kriyā).

 

Por otro lado, en el contexto litúrgico el término kriyā significa «rito, ceremonia, sacrificio» y esta acepción aparece, por ejemplo, en antiguos textos que describen rituales védicos, en Bhagavad Gītā (2.43) o en escrituras tántricas medievales.  

 

Una tercera acepción que nos interesa es kriyā como «práctica», en contraste con la teoría, como apunta el diccionario de Òscar Pujol.

 

De hecho, cuando estudiamos el Yogasūtra de Patañjali (2.1) encontramos un método que, aunque no siempre bien entendido, tiene relación con esta acepción: kriyāyoga. Una traducción aceptada sería «yoga de la acción» (diferente del famoso karmayoga que enseña Śrī Kṛṣṇa en Bhagavad Gītā) o «yoga práctico» en el sentido que, como se entiende tradicionalmente, incluye disciplinas para el uso del cuerpo físico, del intelecto, del habla y de las emociones (tapas, svādhyāya e īśvarapraṇidhāna).

 

Si seguimos analizando los textos de forma cronológica, veremos que la Haṭha Pradīpikā -respetado manual del siglo 15- es el primer texto que habla de «seis acciones» (ṣaṭkarmāṇi) de purificación para el cuerpo físico y preparación para el prāṇāyāma.

 

En la actualidad, estas técnicas de mantenimiento, que incluyen enemas, lavados nasales o limpiezas intestinales, se conocen popularmente en haṭha yoga como kriyas, lo cual es curioso si nos basamos en el texto original, donde se las nombra una decena de veces como karmas. Solo una vez, al explicar la técnica de naulī, el autor dice haṭhakriyā (HP, 2.36), es decir «esta práctica de haṭha».

 

A partir de 1920, el maestro Paramahansa Yogananda (1893-1952) popularizó el término kriyā yoga en occidente e inició a miles de personas en esa «ciencia antigua» que, según sus palabras, es la misma técnica que enseñó Patañjali con el nombre kriyāyoga y a la que también hace referencia Śrī Kṛṣṇa en Bhavagad Gītā cuando nombra el control de la energía vital a través de la respiración (versos 4.29 y 5.27).

 

Tal como explica Yogananda en su Autobiografía de un yogui, kriyā yoga «es un simple método psicofisiológico por medio del cual la sangre humana se libera del anhidrido carbónico y recibe una cantidad suplementaria de oxígeno. Los átomos de este oxígeno adicional son transmutados en energía vital, la cual rejuvenece el cerebro y los centros de la médula espinal».

 

En esta definición, centrada en la relación entre respiración y energía vital, vemos el modelo más generalizado de la palabra kriyā tal como nos llega en la actualidad.

 

En una línea similar, en los años 1970, el método Kundalini Yoga, creado por Yogi Bhajan, se hizo conocido no sólo por sus mantras y sus turbantes sino por sus llamadas kriyas -algunas muy llamativas como sostener los brazos en alto o realizar movimientos repetitivos durante varios minutos- que se definen como «una serie de posturas, respiración y sonido que trabajan hacia un resultado específico». 

 

De hecho, en el uso generalizado actual, ese resultado específico, tiene que ver con mover o activar la energía vital o prāṇa. A diferencia del uso que hace el haṭha yoga medieval, en que las kriyas de limpieza física son prerrequisitos para el prāṇāyāma, especialmente en casos de practicantes con una «constitución débil» o con sus doṣa («humores») desequilibrados.

 

En nuestros días, el místico contemporáneo Sadhguru dice que, básicamente, kriyā significa «acción interna» que implica «cierto dominio con tu energía». Regresando a la distinción terminológica, agrega que la palabra karma refiere a la «actividad externa que te ata», mientras que kriyā es la «actividad interna que te libera».

 

Como conclusión, podemos repetir que, en el uso actual más divulgado, una kriyā es un tipo de ejercicio o técnica que conjuga respiración y concentración mental (en algunos casos, también mudrā o movimiento externo) para movilizar o activar la energía vital.

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