Esta es mi tercera visita a India y también al Sri Premananda Ashram, que de hecho es adonde nos dirigíamos con la furgoneta durante el viaje nocturno.
Para que nos entendamos, ashram es una palabra en sánscrito, la antigua lengua sagrada de la India, que se podría traducir como “retiro”; es decir, un lugar donde se pueden realizar prácticas espirituales tales como meditación, rituales, cantos, etc. y donde también se puede llevar a cabo servicio social o actividades caritativas.
Los ashrams pueden ser de diversas maneras, más grandes o más pequeños, con una dinámica enfocada en lo comunitario o en lo individual, con un maestro como guía personal o simplemente siguiendo una serie de reglas generales.
El Sri Premananda Ashram en cuestión fue fundado por Swami Premananda, un monje nacido en Sri Lanka en 1951.
Swami es un titulo monástico hindú referido a una persona que se ha auto-realizado espiritualmente. A su vez, Prema significa “puro amor divino” mientras que Ananda es “dicha, bienaventuranza”; por ende su nombre se podría entender como “aquel que vive en la dicha permanente debido a su amor divino”. Sin dudas, Swami Premananda vive de acuerdo con su nombre. Dedicando su vida entera al servicio de los demás, su extraordinaria vida comparte su mensaje.
En su ashram, además de las actividades estrictamente espirituales, hay un orfanato que alberga 570 niños y una escuela a la que asisten 736 niños, pues también llegan de los poblados vecinos.
Tanto el orfanato como la escuela son totalmente gratuitos; allí, a los niños se les ofrece comida, techo, vestido, educación y cuidado sanitario gracias a la iniciativa desinteresada de Swami Premananda.
No se trata de algo nuevo para Swami, ya que cuando él vivía en Sri Lanka ya por entonces había creado un ashram y un hogar para niños. En realidad, desde pequeño Swami había tenido inclinación por la vida espiritual y el servicio social, aunque fue a la edad de 17 años en que tomó los votos de renunciante, sannyas en sánscrito.
A partir de entonces sus obras fueron aumentando hasta que en 1983 su ashram fue quemado como consecuencia de los disturbios étnicos que azotaban, y todavía azotan, Sri Lanka.
Por ello, Premananda se vio obligado a huir a la India junto con devotos y algunos de los niños que tenía a su cargo. Después de peregrinar por distintos lugares de la India, Swami recaló en Trichy, en el estado de Tamil Nadu, al sur del país y allí fundó el nuevo ashram en 1989.
Tal como lo testimonian antiguas imágenes y los relatos de los residentes, la tierra donde se fundó el ashram era árida e inhóspita, pero con el esfuerzo de voluntarios y devotos se convirtió en lo que es hoy: un paraje con vegetación de todo tipo, con espacios verdes y flores, que contrastan con el duro clima de la zona.
Swami Premananda
Es bueno aclarar desde el principio que Swami Premananda no es sólo un hombre dedicado a las actividades caritativas, sino una persona dedicada cien por ciento a la espiritualidad, entendiendo esto como el enseñar el camino espiritual a todos aquellos que entramos en contacto con él.
En este contexto, el camino espiritual sería el sendero que debe seguir cada ser humano (o bien cada alma) para ser incondicionalmente feliz. Este camino no es necesariamente el mismo para cada uno, pero el objetivo sí es el mismo para todos.
Swami es, sobre todo, lo que se conoce como un maestro espiritual, un Gurú, usando una vez más la terminología clásica.
Si bien Swami nació bajo la religión hinduista, y por consiguiente sus palabras y actos remiten directamente a esta religión, sus enseñanzas son universales y solamente tienen el objetivo, como él mismo dice, de hacer entender el propósito de esta vida a la mayor cantidad posible de personas. Es decir, ayudarnos a ser más felices a través del descubrimiento de nuestro verdadero ser.
En la India principalmente, el concepto de Gurú es muy normal. La idea de que alguien que ya conoce el camino hacia la felicidad total y absoluta nos lo enseñe no es visto como un signo de sometimiento u opresión, sino más bien como una gran suerte y una gran oportunidad.
Esta relación Gurú-discípulo es totalmente natural en India, donde tradicionalmente los padres confiaban la educación de sus hijos a manos de un sabio espiritual.
Para el pensamiento occidental en cambio, la idea de obedecer por entero a las instrucciones de otro hombre puede ser chocante, ya que se considera como una pérdida de autonomía. A este respecto, muchos creen que en Occidente se es libre, pero la mayoría de las personas sigue ciegamente las instrucciones de un gobernante, un deportista o un modisto como si se tratara de mandatos divinos.
Esto no impide que el concepto dominante sobre los Gurús espirituales sea el de estafadores, megalómanos, o en el mejor de los casos, delirantes. Sin negar la existencia de éstos últimos, la presencia de verdaderos maestros espirituales es notable en la India. Gracias a ellos, y desde tiempos antiquísimos han surgido en esa tierra enseñanzas trascendentales para el desarrollo del cuerpo y del espíritu, como por ejemplo: el hatha yoga, el budismo y la no-violencia.
Asimismo, en la India es moneda corriente la creencia en personas santas; es decir que un maestro espiritual, para ser considerado verdadero y enteramente capaz de guiarnos en el sendero, ha de ser un santo, lo cual significa un iluminado en el sentido de haber alcanzado el conocimiento absoluto de su verdadera esencia, de su alma, que para la filosofía espiritual del Hinduismo es parte inseparable de la Divinidad.
Otra aclaración: Cuando aquí digo santo quiero decir exactamente eso; o sea, una persona que está en perfecta comunión con lo más elevado, que según las preferencias podemos llamar Dios, Energía Cósmica, Fuerza Universal, Madre Naturaleza…
Hago esta aclaración porque en este diario cuando hablo de un santo no me refiero sólo a una persona sabia y buena sino que la palabra tiene el sentido más profundo y, si se quiere, religioso.
Además, porque es sólo con esta definición en claro que se podrán entender algunos de los eventos que se relatarán en líneas futuras, eventos tanto banales como prodigiosos.
Desde el primero al último de mis viajes a estas tierras ha tenido su asidero principal en acercarme a estas personas santas, en intentar seguir su ejemplo y aprender de sus enseñanzas.
Y si bien he visto distintas partes de la India, he conocido diferentes maestros y he experimentado variadas sensaciones, el eje fundamental alrededor del cual han girado mis visitas fue siempre Swami Premananda.
Por eso no es sorprendente que su figura sea recurrente, y muchas veces protagonista, a lo largo de todo este diario.
Na: me gusto mucho esto ultimo que escribiste, me parece bien claro y sintetico. Me parece que esta bien que propongas un puente entre lo literario y lo espiritual, con bajadas permanetes al entendimiento comun y occidenatal, esta bueno porque tranquiliza, yo creo que la gente puede pensar: mira, el que escribe no habla algo diferentes, raro, distante, sino el que escribe es alguien como yo, que entendio algo diferente, pero evidementemente esta al alcance.
Se entiende? supongo que si, porque mas o menos se cual es tu postura.
Bueno Na, felicitaciones y segui escribiendo.
JPS
Hola Amigo!
Ves, volví desde lejos para abrazarte más seguido y reirnos juntos!!!!!
Me gusta que escribas, es una de las mejores maneras de conocerte más!!!!
Te dejo un beso y la confesión de que he comprendido tu manera de hablar en determinadas situaciones…….eeeeeeehhhh, me refiero a cuándo gritas, no es sordera, menos mal!
Hasta la próxima!
Hola Na, despues de tanto escuchar de tus mail por fin pude leer uno de ellos,me lo envio Franco,la verdad que debo felicitarte por lo que haces ,ojala todos nosotros huvieramos tenido la fuerza y la valentia de renunciar a nuestras actividades cotidianas para ir un busca de la libertad espiritual y mental,hay momentos en lo personal en el cual realmente me planteo si estoy siguiendo el camino correcto pero luego de pensar un rato solo caigo en los miedos de mi propia existensia y de nuevo a la rutina,desde lo mas sincero de mi te deseo lo mejor y espero que tu sapiencia sirva para ayudarnos un poco,aunque mas no sea,en esta carrera contra el tiempo.Un abrazo y ahi esta mi mail para que me envies si no te molesta tus vivencias.
PABLODEBRANDI@HOTMAIL.COM