Entre la serie de encuentros que tuvimos para Pūraka Project, el proyecto de entrevistas audiovisuales a personas inspiradoras, tuvimos la fortuna de estar cara a cara con el Brahmacari Shubámrita Chaitanya, discípulo monástico de Amma, la maestra india famosa por dar abrazos a millones de personas. Shubámrita ha vivido con Amma durante décadas y, además de ser uno de sus traductores, es uno de los principales difusores de su enseñanza, viajando por el mundo, dando charlas y retiros.
En los valiosos minutos que nos dedicó le pedimos que compartiera una práctica que cualquier persona puede utilizar para estar más feliz o calmada, para sentirse más compasiva o centrada. El Brahmacari nos habló de una técnica que le ha enseñado su maestra y que consiste en pasar cinco minutos en reflexión al final del día y contemplar las acciones que uno ha realizado. Este autoanálisis cotidiano se basa en tres ejes: tiempo, emociones, actitud.
Para investigar lo primero uno puede preguntarse: “¿He utilizado hoy mi tiempo de manera fructífera? ¿Las acciones que he hecho hoy me acercan a mi meta? ¿O me alejan?”.
La segunda pregunta es: “¿Cuán maduro he sido hoy con mis emociones? ¿He herido a alguien con mis palabras y acciones? ¿Qué ha sido el detonante de esas cosas?”.
La tercera cuestión sería indagar sobre: “¿He pasado todo el día viviendo sólo para mí mismo? ¿O también he hecho algo por el bien de los demás? ¿He compartido cosas con otros?”.
Una vez hecho el análisis, justo antes de ir a dormir, el Brahamacari nos recomienda tomar ciertas resoluciones para el día siguiente. Por ejemplo, “si hoy he estado muy disperso y no me he concentrado en mi meta, mañana intentaré pasar más tiempo tratando de alcanzar lo que siento que es importante para mí en la vida”.
En cuanto a las emociones, si has estado enfadado o envidioso, entonces dices “mañana intentaré evitar estas emociones, intentaré estar consciente de ello todo lo posible”.
Y sobre mi actitud frente a los demás, comprometerme a, mañana, hacer algo de mi parte para ayudar a otros, por pequeño que sea mi acto.
Esta técnica nos ofrece una visión directa de cómo estamos viviendo y nos da la posibilidad de hacer sutiles modificaciones. Uno se pone un pequeño reto como no quejarse de nada por un día, no mirar demasiado el móvil o ayudar a alguien aunque sea sosteniéndole la puerta del ascensor y cumpliendo esos propósitos uno obtiene satisfacción interior y fuerza para ir a por más.
Esto es un resumen de la técnica completa explicada por el Brahmacari en el vídeo de Pūraka Project, que comparto a continuación para beneficio de todos.

Me sirve, muy bueno.- Jai Prema Shanti.- o Om namah Shivaya.-
Gracias por compartir tan bonito mensaje de tan bella alma. Namasté
Muy útil e interesante la propuesta de tomar éste tiempo al final del día para reflexionar. Eso lo solía hacer mi papá cada mañana a las 6h00. Se levantaba, cogía un fragmento de la Biblia y lo reflexionaba durante 15 minutos. Después lo ponía en relación con su vida.
Me gusta la idea de observarnos a nivel emocional. De reflexionar si hemos mantenido un equilibrio en nuestras emociones. Está vinculado con la idea de Ahymsa, uno de los preceptos más importantes para mi de los Yamas. No solamente no matar, sinó nunca herir a nadie ni a través de nuestras palabras ni a través de nuestros actos. Y eso comparta una capacidad de auto observarse y de gestión de nuestros pensamientos.
Gracis Naren.
Gracias Diana por tu comentario. Muy buena práctica la de tu papá. Se podría hacer con cualquier texto espiritual. Y, como dices, vigilarse a uno mismo es muy importante para el equilibrio emocional y, en cierta forma, algunos yoguis dirán que esa auto-observación constante es la clave del camino yóguico. Un abrazo